Tenemos la capacidad de conectar y desconectar nuestras redes neuronales

Son muchos los avances que se han desarrollado en el campo de la neurociencia, y concretamente, en el estudio del cerebro y sus conexiones internas. Lo más importante y significativo ha sido confirmar que el cerebro es neuroplástico, es decir, se puede transformar.

Nosotr@s, en nuestro cerebro, tenemos una serie de redes neuronales, compuestas por billones de neuronas. Dependiendo de la forma de conectarse entre ellas, estas redes neuronales propician una personalidad o una identidad personal determinada, puesto que estas redes se conforman dependiendo de nuestras creencias y experiencias, dando lugar a nuestra forma de ser, de sentir, de pensar, de actuar, y de ver la vida. Todo esto queda implícito en estas redes neuronales, por lo que no hay dos personas que tengan conformadas estas redes de la misma forma.

Lo que demuestran los últimos avances de la neurociencia es que podemos desconectar antiguas conexiones neuronales para conectar otras nuevas. Y con ello queda demostrada la neuroplasticidad del cerebro, lo cual implica que podemos cambiar nuestro cerebro, y por lo tanto transformar nuestra personalidad e identidad. Esto es fundamental para el desarrollo y la evolución personal, ya que nos dota de la capacidad de desconectar las antiguas redes neuronales que están condicionando y limitando nuestra vida, y conectar en su lugar otras nuevas que nos permitan crear la nueva vida que elijamos conscientemente. 

Cómo nos afecta la química emocional

Con cada pensamiento y con cada emoción generamos una sustancia química compuesta por una cadena de aminoácidos. Estas ensamblan en el hipotálamo, y a través de la pituitaria, se lanzan a través del torrente sanguíneo llegando a todas nuestras células. Nuestras células reciben la información que contienen estas sustancias químicas, llamadas neuropéptidos, a través de sus receptores, integrando la información a nivel celular e incluso hasta su núcleo. Por lo que nuestras células se están acostumbrando inevitablemente a estos químicos emocionales, creando así una adicción a ellos. Es decir, somos adictos a nuestras emociones. Por eso nos cuesta tanto trabajo cambiar, porque nuestra biología corporal se ha hecho adicta al miedo, a la culpa, a la inseguridad, a la depresión, a las obsesiones, a los apegos, etc. Esto significa que para poder cambiar tenemos que transformar paso a paso estas emociones limitantes, en emociones superiores, a través de una metodología diseñada específicamente para ello. 

Claves para una verdadera transformación personal y de vida

Después de muchos años tratando con pacientes de todo tipo y sus dolencias, me di cuenta de que, si no hay un cambio o transformación a nivel interno y personal, no hay una curación real. Tenemos que tener en cuenta que, desde las premisas de la mecánica cuántica y la neurociencia, somos nosotr@s y exclusivamente nosotr@s quienes llevamos a nuestro organismo a ese punto de enfermedad a través de nuestras creencias, nuestros pensamientos, nuestros sentimientos, nuestros comportamientos y nuestra forma de ver la vida. Por lo que si somos nosotr@s quienes hemos enfermado, únicamente nosotr@s somos capaces de poder curarnos. Para ello es fundamental contar con las herramientas necesarias en el momento adecuado, dotando así a la propia persona a ser quien solucione los conflictos internos que ella misma ha creado a todos los niveles, bien sea de enfermedad, económicos, laborales, familiares, de pareja, etc.

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